El parc de Primrose Hill
Primrose hill road 26
Elsworthy Road 2 i la placa de la casa veïna
Segons m’informà el Gregorio Luri, ja fa un cert temps, les dues adreces londinenques de Leo Strauss foren Elsworty Road 2 i Primrose Hill Road 26. L’altra tarda va tenir una estona lliure i vaig poder atansar-me al barri. De fet, totes dues són molt properes. La mudança no fou complicada perquè la distància no era gaire més de 100 metres. Totes dues cases estaven a tocar de Primrose Hill, un petit parc que és una extensió septentrional de Regent’s park ,un dels més coneguts de Londres on es troba el seu zoo. L’adreça d’Elsworthy road conserva l’edifici on degué viure Leo Strauss tot i que probablement ha estat modificat, ja que l’horrorosa ampliació, imitació del tudorià, no té res a veure amb les patologies del 30, sinó amb patologies posteriors. Cap senyal commemorà el pas del filòsof, mentre que la casa del costat si té una placa blava en memòria del músic Sir Henry Wood. Potser s’hauria de mirar si es pot fer alguna coseta en aquest sentit. A l’altra banda de l’edifici hi ha una església anglicana dedicada a Santa Maria verge. La següent adreça a Primrose Hill Road correspon a un bloc de cases noves, segurament d’origen municipal que degueren esser construïdes després de la guerra. Tant a un lloc com a un altre tenia accés immediat a l’esmentat parc, un dels indubtables privilegis de la vida londinenca. El barri no deu haver canviat gaire. Era i és un lloc fonamentalment residencial, no gaire llunyà al lloc on uns poc anys després aniria a instal·lar-se un altre jueu centreeuropeu que fugia del nazisme: Sigmund Freud.
Etiquetes de comentaris: Freud, Londres, Strauss
El parc de Primrose Hill
Primrose hill road 26
3 Comments:
Ahora estoy en condiciones de ofrecerte algún dato más. Y te aseguro que son muy poco conocidos.
En 1935 consiguió un empleo temporal en el Sidney Sussex College de Cambridge, y allí se trasladó con su familia. En Cambridge conoció a R. H. Tawney (1880-1962), profesor de historia económica de la London School of Economics, que era un socialista cristiano con el que mantuvo una amistad muy estrecha.
Más allá de las divergencias obvias entre un socialista cristiano y un sionista conservador y elitista, Tawney y Strauss tenían al menos tres importantes puntos en común: la defensa de la naturaleza humana, el antiliberalismo y, por encima de todo, su aprecio del rigor intelectual. Tawney tenía a Strauss por “el mejor estudioso entre los refugiados con los que he tenido trato”. En su opinión, sabía más de Hobbes que ningún inglés . No fue, por cierto, el único socialista con el que Strauss trató en Inglaterra. Hay que añadir también el nombre de Harold Laski. Junto a la de Tawney y Larsky, otra relación importante para Strauss fue la de Ernest Barrer, profesor de ciencia política de la Universidad de Cambridge y colaborador de la Rockefeller Foundation, que le proporcionó asistencia y apoyo en su investigación y escribió el prefacio de la primera edición de La filosofía política de Hobbes. Con la ayuda de Barker y Tawney intentó encontrar un puesto académico más estable que, finalmente lo logró en los Estados Unidos.
Strauss tuvo más amigos socialistas. Por ejemplo, Macpherson, con el que compartía la visiónd e Locke como padre del moderno individualismo.
Interesante la relación con Mcpherson, cuyo libro leí hace muchos años precisamente en la asignatura de Antropologia filosófica. No lo he releído desde entonces, por lo que no puedo estar seguro de hasta que punto le debo esta convicción que también comparto sobre la centralidad de Locke. Aunque sea un ejercicio intrascendente me pregunto cómo habría evolucionado el pensamiento de Strauss si hubiera tenido la posibilidad de quedarse en Londres
Mi tesis, Jordi, es que nada afectó más a la evolución del pensamiento de Strauss que su estancia en Londres, porque le supuso una inmersión completa en un mundo al que en Alemania había denigrado profundamente, el del liberalismo. En Inglaterra comprende que el espacio público liberal no es, como había creído hasta entonces siguiendo a Carl Schmitt, un espacio vacío de convicciones.
Claro que eso significa plantearse la relevancia del mito político en el mundo liberal.
Cuando paso a los USA llevaba, creo yo, esta cuestión sin resolver.
Strauss escribió una reseña muy interesante del libro de Macpherson sobre el individualismo propietario.
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